martes, 22 de diciembre de 2020

EL PAPEL DEL ARQUITECTO EN LA PRODUCCIÓN SOCIAL DEL HÁBITAT Y EL DISEÑO PARTICIPATIVO

 Redacción Repentina

Pensar en autoproducción y producción y gestión social del hábitat es hoy en día una tarea necesaria para los profesionales de la arquitectura, debido a la profunda confusión que existe acerca de las formas de producir vivienda en México y en el mundo. Más allá de las lógicas de producción, estos conceptos involucran las condiciones sociales y económicas, así como la capacidad técnica y constructiva de las personas que las realizan. Son estrategias básicas que llevan a cabo las personas para construir un hogar y que a su vez, están condicionadas por aspectos sociales, nivel económico, ubicación, entre otros.

De acuerdo con el Mtro. Jorge Andrade Narváez, quien se ha especializado en diseño y planeación de vivienda, la autoproducción es inherente a la humanidad. Desde el inicio de las civilizaciones, los seres humanos generaron sus propias formas de construir; por ello, ésta no debe ser negada a ninguna persona. Si bien, la autoproducción puede enfrentar muchos retos y tener fallas, debido a la falta de recursos o de acompañamiento técnico, es importante generar programas de autoproducción asistida que no pretendan nunca sustituir al autoproductor, sólo acompañarlo.

Para el Mtro. Gustavo Romero Fernández (especialista en diseño participativo y producción social del hábitat), es importante diferenciar las formas en que se produce la vivienda: la vivienda de autoproducción, que tiene como fin ser habitada; y la vivienda mercantil, que se hace para ser vendida. La producción de la segunda, controla los pasos previos al uso y atiende a factores económicos y de tiempo, que comúnmente dejan de lado la calidad, las necesidades de la gente y provoca problemas habitacionales.

Así, es conveniente reflexionar, ¿cuál es el papel del arquitecto en la producción de la vivienda? En el caso de la vivienda mercantil, el arquitecto queda reducido al papel de empleado del gran empresario o institución que invierte en el proyecto habitacional. En el caso de la autoproducción, el arquitecto debería fungir como un acompañante del autoproductor, que le apoye con conocimientos técnicos. No obstante, aquí surge una problemática más.











Desde la academia se ha difundido la percepción de que la arquitectura es un saber exclusivo de los profesionales, lo cual anula los saberes constructivos de los pueblos originarios. Las escuelas están educando arquitectos para la producción industrial, para trabajar con las clases ricas y en el poder, donde los proyectos son majestuosos y dan fama, pero no están preparados para entrar en un proceso de Producción y Gestión Social del Hábitat. Por ello es necesario que las instituciones educativas formen profesionales de la arquitectura que rechacen los discursos hegemónicos; arquitectas y arquitectos capaces de entender el diseño participativo como un proceso de diálogo horizontal donde se producen proyectos, propuestas y conocimientos colectivos, y donde además, se rompen paradigmas industriales y corporativistas para aceptar otras posibilidades.

Información y fotografías: ArchDaily

lunes, 5 de octubre de 2020

UNA NUEVA BAUHAUS PARA IMPULSAR LA RENOVACIÓN DE EUROPA

Redacción Repentina 

A un año del centenario de la Bauhaus, y ante la crisis que atraviesan la mayoría de los países del mundo, provocada por la pandemia de COVID-19, el pasado 16 de septiembre, Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, propuso, en su discurso inaugural sobre el estado de la Unión de 2020, la creación de una nueva Bauhaus europea, inspirada en la escuela de diseño fundada por Walter Gropius en 1919. 

Dicha propuesta forma parte del plan de recuperación del coronavirus, NextGenerationEU, que destinará 750 mil millones de euros para impulsar la renovación de Europa y su entrada a una economía circular. El programa pretende abarcar los ejes ambiental y cultural, a través de propuestas como un Pacto Verde Europeo, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% para encaminar a la Unión Europea a ser neutral en emisiones para 2050, así como inversiones en tecnología e infraestructura ecológicas. Además, la creación de la Bauhaus europea como un proyecto cultural estratégico que, en palabras de Von der Leyen, deberá ser un espacio de cocreación para que arquitectos, artistas, estudiantes, ingenieros y diseñadores trabajen juntos en la transformación de la UE.

De esta forma, cultura y sostenibilidad serán el centro de este plan de recuperación. “Quiero que NextGenerationEU impulse una ola de renovación europea y haga de nuestra Unión un líder en la economía circular. Pero esto no es solo un proyecto ambiental o económico: debe ser un nuevo proyecto cultural para Europa”, afirmó la líder de la Comisión Europea.  


Información y fotografías: Metalocus





miércoles, 2 de septiembre de 2020

MARK 1, EL REFUGIO LUNAR INTELIGENTE CREADO POR ARQUITECTOS DANESES

 Redacción Repentina

Hace medio siglo el comandante Neil Armstrong y el piloto Buzz Aldrin, astronautas de la misión Apollo 11 de la NASA, alunizaron el módulo lunar Eagle y se convirtieron en los primeros hombres en pisar la superficie de la Luna. Desde entonces numerosos intentos se han realizado, no sólo por volver, sino por colonizar nuestro satélite natural.

Así, dos jóvenes arquitectos daneses han decidido aportar a esa búsqueda de habitar la Luna con el diseño y construcción de un refugio inteligente, el cual incluye partes impresas en 3D,  que planean probar ellos mismos en una zona desértica de Groenlandia. 

A partir de hoy, 2 de septiembre, Karl-Johan Sørensen y Sebastian Aristotelis, de la firma SAGA Space Architects, viajarán a la remota isla para vivir durante tres meses en el refugio lunar Mark 1, el cual cuenta con tecnología de la empresa Lenovo para sobrevivir, recabar métricas y analizar datos biométricos sobre diversos aspectos de los organismos y del hábitat, por ejemplo la posibilidad de que las plantas sobrevivan en este ambiente.

Entre su avanzada tecnología, Mark 1 cuenta con paneles solares para alimentar una computadora (llamada Odín) de 76 sensores, que será el cerebro del refugio y asegurará su funcionamiento en un entorno de -30°, pues es capaz de predecir eventuales fallas, como aumentos en la humedad o descensos de temperatura, así como sus necesidades de mantenimiento.  

Además los arquitectos estarán completamente aislados y se enfrentarán a un paisaje carente de estímulos a su alrededor, lo cual será la simulación más cercana a lo que se podría vivir en la Luna. Por ello, será sumamente importante que realicen una planificación minuciosa de su tiempo, además de que puedan confiar en la fiabilidad de la tecnología del refugio para poder sobrevivir.


Información e imágenes: Revista CTRL

viernes, 21 de agosto de 2020

ARQUITECTURA PARA LA NUEVA NORMALIDAD

 Redacción Repentina

A lo largo de los meses que ha durado la pandemia de COVID-19 hemos leído y escuchado un sinfín de reflexiones acerca de cómo el virus llegó para cambiar nuestra forma de vivir. Tanto en ámbitos académicos como políticos, cientos de expertos se han abocado a generar aportaciones desde sus disciplinas para modificar y adaptar cada aspecto de nuestra vida a lo que se ha llamado “nueva normalidad”.  

Los campos de la arquitectura y el urbanismo no han sido la excepción y es que un gran número de profesionales de estas áreas han generado proyectos que pretenden modificar y mejorar las formas de pensar las ciudades o crear espacios habitables para hacer frente a esta crisis y a las que puedan presentarse en el futuro. Un ejemplo de estos proyectos es el creado por el arquitecto italiano Stefano Boeri.

Ideado para la capital de Albania, Tirana Riverside propone un complejo de viviendas y servicios capaz de albergar a 12 mil personas en un terreno de 29 hectáreas. Ofrece todas las tecnologías de una Smart City sin dejar de atender los requerimientos sanitarios de la “nueva normalidad”.


El proyecto será integrado por viviendas, oficinas, centros de salud, tiendas, un centro escolar y uno universitario, así como espacios verdes colectivos en los techos que podrán utilizarse para el ocio y el deporte. De igual forma se incorporará vegetación en las fachadas y en los puentes peatonales entre los edificios.

Así, Tirana Riverside pretende ser un centro urbano que evite las aglomeraciones (y minimice los contagios de coronavirus) al expandir los espacios públicos, privilegiar la movilidad suave con ciclovías y aceras más anchas y promover las áreas comerciales al aire libre, todo ello con el uso de tecnologías para crear un complejo autosuficiente desde el punto de vista de las energías limpias, el agua, la alimentación y todos los servicios públicos urbanos.

Fotografías: ADmagazine / Stefano Boeri Architetti

miércoles, 5 de agosto de 2020

LA DISMINUCIÓN DE LA CONTAMINACIÓN EN LAS CIUDADES DESPUÉS DEL COVID-19

Redacción Repentina

Durante las primeras semanas de la cuarentena a la que nos sometió la pandemia de COVID-19, fuimos bombardeados con un sinfín de notas periodísticas, reportajes y artículos sobre lo que ocurría en todo el mundo; cifras de contagios y muertes actualizándose día con día y muchos otros temas en torno al nuevo coronavirus, pero entre todas esas malas noticias, llegaron algunas que parecían buenas y hasta esperanzadoras: las emisiones de gases y la contaminación en las ciudades empezaron a disminuir. 

Debido a la suspensión de actividades no esenciales y el confinamiento de las poblaciones en sus hogares, en las grandes ciudades alrededor del mundo, sectores como el transporte, la industria, la manufactura, entre muchos otros, se vieron disminuidos en su producción. Como sabemos, estos sectores dependen de fuentes de energía no renovables, tales como los combustibles fósiles, principales generadores de emisiones CO2. De este modo, la reducción de dichas emisiones durante algunas semanas, le dio un respiro al planeta. En países como Italia, Reino Unido, Francia y China diversos reportes apuntaron reducciones de hasta 25% en la generación de emisiones de gases de efecto invernadero.

No obstante, no debemos olvidar que la pandemia y la consecuente cuarentena, también han traído consigo fuertes impactos a la economía global y lo que muchos expertos anticipan será una recesión de gran alcance y consecuencias devastadoras para muchos países. 

Ante esa apremiante situación, resulta previsible que los gobiernos implementen políticas de recuperación agresivas, que necesariamente pasarán por un aumento acelerado de las actividades industriales y sus respectivas consecuencias ambientales. Un ejemplo de algo similar ocurrió luego de la recesión de 2008. Los sectores industriales aceleraron sus producciones, lo que generó un incremento aproximado de 6.1% en las emisiones; un hecho que se puede repetir si no se toman las políticas ambientales con la importancia que merecen. 

En este sentido, la arquitectura puede jugar un papel importante dentro de este cambio. En tanto que los la industria de la construcción equivale a alrededor del 39% de las emisiones a nivel mundial, será sumamente importante que los arquitectos  apuesten cada vez más por la sostenibilidad en sus proyectos y se interesen en plantear soluciones realmente comprometidas y destinadas a generar cambios en favor de la sociedad y el medio ambiente.


Fotografías: ArchDaily

martes, 28 de julio de 2020

CÓMO EL TRABAJO EN LÍNEA HA AFECTADO A LA ARQUITECTURA


Redacción Repentina

A lo largo de las semanas que han transcurrido en esta contingencia, hemos visto un sinfín de artículos donde se analiza cómo el tiempo en casa ha servido para reflexionar y asimilar los cambios que se dieron en torno a muchos aspectos de la vida que conocíamos antes de la pandemia, como el diseño de hospitales, espacios públicos, medidas más exigentes de higiene y el uso de la tecnología como medio para continuar con nuestras labores a distancia.

Escuelas, oficinas públicas y empresas, se han visto obligadas a usar softwares de videollamadas y reuniones virtuales para seguir en contacto y que el trabajo no se vea afectado por el confinamiento. Aunque la computadora y el celular son herramientas que nos han facilitado dicha comunicación, ha sido inevitable que surjan dudas sobre si estos instrumentos realmente favorecen o impulsan nuestra productividad y si podrán en un futuro, sustituir al trabajo presencial.  Muchas opiniones afirman que, en efecto, existen reuniones o actividades en las cuales no es fundamental la presencia de la persona para que sean realizadas con éxito y además el trabajo a distancia implicaría un beneficio al medio ambiente en tanto que muchas personas no tendrían que transportarse a las oficinas.

El campo de la arquitectura no se queda fuera de esta nueva forma de trabajar que se vuelve cada vez más popular y necesaria en muchos casos. Desde el ámbito laboral hasta el estudiantil, el trabajo a distancia se ha traducido en largas horas frente a la computadora, lo cual posiblemente ha afectado la eficacia con la que se realizan las tareas.

Antes de la pandemia de COVID-19, el arquitecto invertía cierta cantidad de horas en la computadora, ahora pasa el día pegado al aparato; así, la productividad ha pasado a medirse en horas trabajadas frente a una pantalla. Pese a que la arquitectura se ha podido adaptar a las circunstancias, queda un largo camino por recorrer para aprender a utilizar y aprovechar la tecnología en favor de un trabajo a distancia efectivo. En este sentido, es pertinente preguntarse cuáles con las mejores formas para transmitir trabajos que sólo pueden verse en pantallas.

No cabe duda que la tecnología avanza rápidamente, por ello será fundamental para los arquitectos estar al día y adaptarse a las nuevas herramientas que surjan y emplearlas de la mejor manera tanto en el trabajo académico en línea como en el ejercicio de la profesión.

Fotografía: Getty Images

miércoles, 15 de julio de 2020

¿UNA CIUDAD RESILIENTE?

Redacción Repentina


En tanto que está previsto que para el año 2050 el 70% de la población mundial viva en ciudades, se ha vuelto una necesidad apremiante, tanto para gobiernos locales como ciudadanos, generar herramientas que permitan a los centros urbanos afrontar nuevos desafíos esperados o inesperados.
De este modo, en años recientes, los conceptos de resiliencia y ciudades resilientes han estado cada vez más presentes dentro de los ámbitos político y académico. De acuerdo con ONU-Hábitat una ciudad resiliente es aquella que posee la habilidad “de mantener continuidad después de impactos o catástrofes y que contribuye positivamente a la adaptación y la transformación”. Sin embargo el concepto de resiliencia no ha sido bien definido en el terreno del urbanismo debido a que existen dos vertientes de éste. 


Por un lado, desde la ciencia de materiales, la resiliencia se aplica a un objeto, el cual después de recibir cierta “presión”, reacciona y es capaz de volver  su forma y resistencia originales. Por otro lado, para el campo de la ecología, un ecosistema resiliente es aquel que luego de experimentar algún evento adverso, puede conservar una diversidad de especies que le dé la posibilidad de sobrevivir a una situación de “presión” futura.

La diferencia entre ambas vertientes radica en que, en el caso de la ecología, la resiliencia se mide en qué tanto puede evolucionar un sistema y adaptarse a las nuevas condiciones que conlleva la situación de “presión”, mientras que para la ciencia de materiales, la resiliencia de los objetos está dada por sus creadores y depende de su capacidad de volver a su estado original luego de recibir la “presión”.

En el caso del urbanismo, la definición de resiliencia involucra a ambas vertientes. Por ejemplo, cuando una fuerza de la naturaleza como una tormenta afecta a la ciudad, la infraestructura vial, eléctrica, construcciones y otros servicios se ven dañados o incluso pueden colapsar; puede haber pérdidas humanas. No obstante se espera que cuando la tormenta pase, la ciudad vuelva a su estado anterior a la catástrofe, si no lo hace, entonces se entiende que no fue “resiliente”. Esto hace alusión a la acepción científica de resiliencia.

En otro caso, cuando una urbe enfrenta una crisis económica profunda, algunas partes del tejido socioeconómico colapsan o incluso desaparecen, pero otras logran sobrevivir y multiplicarse. Así, el estado de la ciudad luego de la crisis, no necesariamente será el mismo que antes de ella; es decir, si la ciudad es resiliente se reestructura, pero puede mantener algo de su diversidad socioeconómica. Esto hace alusión a la acepción ecológica de resiliencia.

En conclusión, la ciudad es tanto el objeto físico como el ecosistema. El desafío para los urbanistas y aquellos interesados en impulsar la resiliencia de las ciudades, es equilibrar ambos ámbitos: la infraestructura, las instituciones, los sistemas de energía, entra muchos otros, pertenecen a la definición científica de resiliencia; mientras que los aspectos, socioeconómico, político y cultural, atañen a la definición ecológica.

Fotografías: ArchDaily y ONU-Hábitat

lunes, 13 de julio de 2020

LA BICICLETA TOMA LAS CIUDADES. NUEVAS PLANEACIONES URBANÍSTICAS TRAS EL COVID-19

Redacción Repentina


Entre las grandes transformaciones que ha traído consigo la emergencia sanitaria de COVID-19 en nuestra forma de entender el mundo, se incluyen también cambios que habrán de ocurrir en el ámbito de la movilidad en las ciudades. Tras el confinamiento de la población en sus hogares, que se ha extendido a lo largo de varias semanas, para mantener el distanciamiento social y evitar la propagación del virus, al momento de reactivar las actividades se ha visto la necesidad de reconfigurar la forma en que las personas se transportan para disminuir la generación de aglomeraciones.

En este sentido, y tomando en cuenta que el trasporte público en las grandes ciudades se ha convertido en un importante foco de contagio, el pasado mes de abril, la Organización Mundial de la Salud recomendó: “Siempre que sea posible, considere andar en bicicleta o caminar: esto proporciona distancia física mientras ayuda a cumplir con el requisito mínimo para la actividad física diaria, que puede ser más difícil debido al aumento del homeoffice y el acceso limitado al deporte y otras actividades recreativas”. 

Así, numerosas ciudades alrededor del mundo han proyectado planes para promover el uso de este vehículo como medio de transporte seguro ante la pandemia, pues al ser individual, permite mantener la distancia entre personas; además de ser resiliente y amigable con el medio ambiente.

Ejemplo de esto son ciudades como Berlín, en donde algunos distritos han ampliado carriles existentes y creado nuevos para priorizar el ciclismo. En Milán, se transformaron 35 kilómetros de espacio urbano para destinarlo a peatones y ciclistas; mientras que en Nueva York se proyectó una reordenación urbanística que destinaría 120 km de calles al mismo propósito.  En Ecuador, por otro lado, se propuso el “Plan de Cicliovías Emergentes frente al COVID-19”, que planteó la construcción de 62.7 km de ciclovías en toda la ciudad. En Perú, se implementaron carriles exclusivos para bicicletas con el objetivo de descongestionar el transporte masivo, además de que se presentó el programa “Bicicleta popular” que pretende que más personas puedan adquirir y utilizar este transporte. 

El caso de la Ciudad de México no ha sido la excepción. Al ser una de las urbes con mayor congestión vial a nivel mundial, se volvió una urgencia incentivar entre la población el uso de la bicicleta para realizar viajes individuales y con “sana distancia”, lo que permitiría descongestionar el transporte público y disminuir el riesgo de contagio de coronavirus.

Para ello se puso en marcha el proyecto de “Ciclovías emergentes” que forma parte del Plan de Movilidad Ciclista 2020 y pretende ampliar la infraestructura ciclista a partir de la creación de un carril confinado de 54 km, contiguo a las líneas 1 y 2 del Metrobús.

Fotografías: ArchDaily 



martes, 30 de junio de 2020

MARÍA LUISA DEHESA, PRIMERA ARQUITECTA TITULADA DE MÉXICO

Redacción Repentina


En el 108 aniversario de su natalicio, recordamos a la arquitecta María Luisa Dehesa. Nacida en Xalapa, Veracruz el 30 de junio de 1912, fue criada en un ambiente campirano en el que su padre, Ramón Dehesa, le enseñó a montar, a manejar una pistola y ordeñar vacas, por ser ella la mayor de sus hijos; mientras que su madre, María Luisa Gómez Farías, la alentó a aprender de forma autodidacta y posteriormente a estudiar arquitectura en la universidad, debido a sus habilidades para el dibujo. 


En 1933 se estableció en la Ciudad de México para estudiar en la Academia de San Carlos, de la Universidad Nacional Autónoma de México. En su generación, conformada por 113 personas, sólo cinco eran mujeres. En ese contexto, María Luisa Dehesa se enfrentó a la discriminación y exclusión por incursionar en un territorio que estaba reservado para los hombres y donde aún prevalecía la división de talleres y asignaturas diferenciadas para hombres y mujeres. Sin embargo, logró conquistar ese ambiente y en 1939 se convirtió en la primera arquitecta titulada de México y América Latina, con su trabajo “Cuartel de artillería tipo”, por el que obtuvo mención honorífica.

La elección de dicho proyecto fue también una forma de reivindicarse dentro de ese mundo masculino. Desarrolló con maestría y gran visión multidisciplinaria, una solución a un problema social del México posrevolucionario. Debido al alto índice de criminalidad entre los hijos de soldados, planteó en su tesis un cuartel rodeado de un conjunto habitacional, con lo que se evitaría el distanciamiento entre militares y sus familias. 

A lo largo de su trayectoria profesional de casi medio siglo, creó diversos proyectos de vivienda tanto edificios de departamentos como casa habitación y trabajó en dependencias gubernamentales como la Dirección de Obras Públicas del entonces Distrito Federal; fue asesora técnica del Director de Pensiones (hoy ISSSTE) y jefa de Conservación de los multifamiliares Juárez y Alemán. Además perteneció a la Union Internationale des Femmes Architectes, conformada en París, Francia en 1963, y a la Academia Mexicana de Arquitectura y fundó la Federación de Universitarias Mexicanas.

María Luisa Dehesa marcó la arquitectura de nuestro país, lo que la hizo merecedora de distinciones como el Premio Ruth Rivera en 1974, además de que fue un parteaguas en la apertura de espacios laborales para las mujeres y abrió el camino para que más se dedicaran a esta disciplina.  

lunes, 1 de junio de 2020

GUÍA PARA ABORDAR LA EMERGENCIA POR COVID-19 EN ASENTAMIENTOS INFORMALES

Redacción Repentina

Ante situaciones catastróficas causadas por desastres naturales o emergencias sanitarias como la que enfrentamos actualmente por el virus del COVID-19, en las ciudades, uno de los sectores de la población más afectados es el que se encuentra en asentamientos informales. Estas comunidades viven con grandes carencias y limitaciones que las dejan en un alto grado de vulnerabilidad, por lo que deben ser una de las prioridades de los gobiernos locales. 

                                       

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas, más de 95% de los casos de COVID-19 en el mundo se han dado en alrededor de 1,500 ciudades, por lo que las instituciones nacionales y locales, así como los sistemas de salud han puesto a prueba su funcionamiento para atender a la población, en particular a aquellas personas en mayor riesgo, por vivir en condiciones de hacinamiento, en viviendas poco adecuadas o carentes de servicios básicos como agua y saneamiento que les hacen extremadamente difícil implementar medidas para limitar la transmisión.

Como hemos visto en estos últimos meses los gobiernos se han encargado de difundir e implementar, dentro de sus posibilidades,  medidas de mitigación para afrontar el impacto socioeconómico de esta pandemia; sin embargo, en muchos casos no ha sido suficiente. En este sentido, y para colaborar con 64 países para hacer frente a esta crisis, ONU-Hábitat ha lanzado el Plan de Respuesta al COVID-19, así como una campaña que tiene el objetivo de promover el apoyo a las comunidades vulnerables a través de su red de profesionales urbanos, organizaciones de base y empresas. 

                                   

Dicho plan pretende ser una guía de respuesta local frente a la emergencia del nuevo coronavirus que centra la acción en áreas pobres y densamente pobladas, con el fin de resolver sus necesidades inmediatas y proveerles mayor seguridad en el afán de generar ciudades más inclusivas, resilientes, seguras y sostenibles. 

El Plan de Respuesta al COVID-19 fue configurado a partir de cinco ámbitos fundamentales: coordinación, información, mapeo, mitigación y reactivación. Los primeros tres se centran en el manejo de los datos en favor de la comunidad, en tanto que plantean el establecimiento de plataformas locales de coordinación, la creación de espacios de diálogo entre autoridades y población, así como la emisión de protocolos de preparación y respuesta a seguir, campañas de sensibilización y capacitaciones a la comunidad sobre medios de protección ante el COVID-19. Asimismo, propone realizar un mapeo de las comunidades en un sistema georreferenciado para conocer datos socioeconómicos, de infraestructura y disponibilidad de servicios e identificar zonas de alto riesgo. Por otro lado, los últimos dos puntos del plan proyectan el desarrollo de medidas de apoyo durante y después de la epidemia para aminorar el impacto económico de ésta en los grupos vulnerables. Entre las estrategias en el momento de la crisis se incluyen la creación de infraestructura, servicios básicos y equipamientos temporales que atienda a las necesidades inmediatas, la implementación de iniciativas de solidaridad, proporcionar servicios de protección social y de salud, y asegurar la cadena de suministro y distribución del mercado local, además de hacer un monitoreo del crimen y la violencia. Por último, habrán de formularse acciones a futuro que busquen la reactivación de la comunidad en apego a la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible formulados por ONU-Hábitat.


Información y fotografías: ONU-Hábitat

lunes, 25 de mayo de 2020

EL INVERNADERO DEL FUTURO

Redacción Repentina


El proyecto que pretende llevar el concepto de invernadero más allá del modelo que conocemos fue creado en Canadá y se llama The greenhouse of the future. En él, sus creadores decidieron combinar tecnología avanzada con el aprovechamiento de los fenómenos naturales para hacer un sitio de cultivo en el que no se necesita un gran gasto económico y donde tampoco se desperdician los materiales y recursos utilizados. 

Las tecnologías y conceptos que inspiraron el diseño de este nuevo invernadero han sido estudiados y probados a lo largo de más de 40 años gracias a las investigaciones del arquitecto Michael Reynolds, defensor de una vida radicalmente sostenible, acerca de los invernaderos solares pasivos, así como por el desarrollo de sus Earthship homes. De este modo, el canadiense Francis Gendron, graduado de la Earthship Academy, en conjunto con sus colegas Christin Désilets y Curt Close crearon un modelo de invernadero con un diseño estratégico construido con materiales naturales, reciclados y sostenibles que interactúan con el clima para cultivar alimentos durante todo el año sin importar la ubicación donde se encuentre.

Asimismo, uno de los objetivos de este proyecto es que las personas sean capaces de crear su propio invernadero del futuro, por lo que crearon un paquete con un documental, un libro y planos donde se explica paso a paso cómo construirlo sin la necesidad de experiencia previa. Así los usuarios podrán cultivar productos orgánicos de su zona y desarrollar cierta independencia alimentaria.

Su diseño fue concebido a partir de ingeniería tecnológica para que el invernadero pueda crear su propio microclima y producir una variada cantidad de frutas y vegetales mientras emplea un mínimo de energía, gracias al aprovechamiento de los fenómenos naturales. Con la intención de optimizar al máximo las propiedades aislantes de la tierra se optó por un modelo de construcción semienterrada. Para economizar en materiales, el lado noroeste del invernadero fue creado con llantas reutilizadas rellenas con tierra con lo que se logra mantener la temperatura del interior. Su fachada orientada al sur se compone de mamparas de madera cubiertas de placas de policarbonato para permitir así el acceso de los rayos del sol y aprovechar al máximo las horas de luz. Además, cuenta con un efectivo sistema de recolección de aguas pluviales que son almacenadas en barriles al interior del invernadero que ayudan a regular la temperatura.

Sin lugar a dudas este modelo de invernadero, así como otras iniciativas para construir un huerto propio, puede ser una buena oportunidad para alentar a las personas a sumarse a estas nuevas soluciones que buscan reducir nuestra huella de carbono y ayudar al planeta.

Fotografías: EcoInventos y The Greenhouse of the future

viernes, 22 de mayo de 2020

LA IMPORTANCIA DE AYUDAR A LAS ABEJAS

Redacción Repentina



Las abejas tienen una estrecha relación con la producción de alimentos; más aún, son necesarias. Gracias a la polinización, las flores y plantas pueden posteriormente convertirse en los alimentos que consumimos. Tanta es su importancia dentro de este proceso, que 75% de los cultivos alimentarios dependen de ellas, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Asimismo, es bien sabido que las abejas se encuentran en peligro de extinción. En México, las casi dos mil especies existentes están en riesgo debido a la agricultura intensiva, el monocultivo, el cambio climático, así como la reducción de su hábitat. De acuerdo con Adriana Correa Benítez, experta de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, los herbicidas y plaguicidas ponen en peligro a las abejas y afectan a la flora nativa del país, lo cual debería ser regulado en el campo. Las abejas son insectos cruciales para el ser humano y los problemas que las afectan a ellas y a otros insectos polinizadores, son también una importante amenaza para la alimentación mundial.  

Sin embargo, un estudio realizado por la Royal Society B llegó a la conclusión de que las abejas viven en mejores condiciones en ambientes urbanos que en rurales, debido al menor uso de pesticidas, así como una mayor diversidad de flores y plantas que pueden polinizar.  

Este hecho evidencia que las ciudades juegan un papel muy importante en la preservación de esta especie. Una de las formas en que se podría ayudar a las abejas es por medio de la producción de alimentos de manera ecológica; es decir, mediante huertos o jardines urbanos. Además del cultivo de plantas y frutos, resulta muy útil  la instalación de cajas de abejas en estos huertos, las cuales sirven para recibir abejas nativas y ayudar a la polinización del sitio y sus alrededores. Existen ejemplos de éxito en esta práctica, como el caso de las oficinas Cookfox, en Nueva York o Studio Gang, en Chicago, que han ayudado a aumentar la población de estos insectos.  

En este sentido, es destacable el caso de la Ciudad de México, que cuenta con 244 azoteas verdes distribuidas a lo largo de su territorio y se encuentra en el segundo lugar de las ciudades latinoamericanas con mayor número de huertos urbanos, según datos publicados por la FAO. Por otro lado, la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (SEDEREC) apoya al desarrollo de esta iniciativa orientando acerca de cómo generar un huerto urbano propio, así como informando sobre sus beneficios.


Es vital para la humanidad en este momento, generar conciencia y adentrarse en el conocimiento de estas nuevas soluciones que buscan la preservación de las abejas, además de implementarlas en mayor cantidad dentro de nuestras ciudades, para evitar las consecuencias catastróficas que podría traernos su ausencia. 








Fotografías: ArchDaily y MXCITY

martes, 19 de mayo de 2020

EL CLIMA DE LAS CIUDADES EN 2050: UN FUTURO POCO ALENTADOR

Redacción Repentina

En 2019, la revista científica PLOS ONE realizó un estudio llamado Entendiendo el cambio climático a partir de un análisis global de ciudades análogas que consistió en analizar el clima de 520 ciudades alrededor del mundo. La intención fue comprobar si para el año 2050, estas ciudades contarán aún con sus condiciones climatológicas actuales o si en lugar de ello, para entonces se asemejarían a las condiciones de otras ciudades en diferentes regiones bioclimáticas. El resultado fue poco alentador para estas grandes urbes. 

El escenario climático que se dio a conocer fue que en el futuro, 77% de estos centros urbanos probablemente experimentarán un clima más parecido al de otra ciudad existente, que a su propio clima actual. Por su parte, 22% de las ciudades estudiadas observarán condiciones climáticas jamás antes vistas en ninguna otra metrópoli.


El cambio de temperatura del que advierte este estudio, en la mayoría de las ciudades tiende a desplazarse hacia los climas subtropicales. Esto quiere decir que las capitales que se encuentran en el hemisferio norte cambiarían a condiciones más cálidas; en otras palabras, es como si se desplazaran 1000km hacia el sur. En el mismo sentido, las urbes ubicadas en el trópico cambiarán a condiciones más secas. Así, por ejemplo, Londres tendría un clima similar al de Barcelona; Madrid al de Marrakech y la Ciudad de México un clima muy parecido al de Gaborone, en África. 


Este estudio resulta valioso tanto para arquitectos como urbanistas, ya que permite comprender y visualizar el cambio climático de forma tangible y clara, de modo que puede servir para realizar mejoras en la planificación de las ciudades enfocadas en el cambio climático en curso. 
En definitiva, este análisis global puede ser alarmante y poco alentador en tanto nos muestra un panorama más asequible a nuestros ojos, pero también puede ser una oportunidad de tomar conciencia y redoblar esfuerzos para generar estrategias de respuesta. 

Imágenes: PLOS ONE

lunes, 18 de mayo de 2020

LA ARQUITECTURA FASCINANTE DE LOS MUSEOS

Redacción Repentina

Como cada año, desde 1977, este 18 de mayo se celebra el Día Internacional de los Museos. Éste fue establecido por el Consejo Internacional de Museos con el objetivo de hacer conciencia acerca de estos recintos como un medio para el intercambio cultural, el enriquecimiento de las culturas, la comprensión mutua, la colaboración y la paz entre los pueblos.

Para conmemorar este día, a continuación te presentamos 10 museos alrededor del mundo, que vale la pena conocer por su fascinante arquitectura.

Museo de Sitio de la Cultura Paracas / BARCLAY&CROUSSE Architecture / Perú
Este museo arqueológico se integra con maestría al paisaje, cuna de la Cultura Paracas. Forma parte de la reserva biológica y paisajística del desierto costeño peruano. El proyecto fue construido sobre las ruinas de su predecesor, destruido por un terremoto en 2006. A partir de una serie de grietas o “fallas” se separan las funciones de divulgación del museo, talleres, salas y las dedicadas a la conservación del patrimonio arqueológico. En su interior, se mezclan la espacialidad laberíntica y el recorrido en espiral empleados por los antiguos peruanos y la espacialidad contemporánea, fluida y transparente. 


Academia China de Arte Popular / Kengo Kuma & Associates / China
El museo de arte popular se encuentra en una antigua plantación de té, en el campus de la Academia de Artes de China, en Hangzhou. El diseño se basó en la división geométrica de las unidades de paralelogramo en atención a la compleja topografía. Cada unidad tiene un techo individual, por lo que el panorama asemeja un pueblo. En el edificio se combinaron técnicas tradicionales con materiales reciclados, con lo que demuestra la dualidad de la cultura china: técnicas constructivas modernas en oposición a la tradición y artesanía. 

Museo Miho / Ieoh Ming Pei / Japón
Este museo fue construido en 1996, una montaña de una reserva natural de la ciudad de Shigaraki, Japón. Numerosos detalles del edificio reflejan el esfuerzo de I. M. Pei por innovar y abrir nuevos caminos, como con las paredes de vidrio inclinadas, la calidez de los materiales, especialmente la piedra caliza, el concreto de color, y los sistemas para exponer y albergar las obras de arte. Esta pieza arquitectónica se inserta en el paisaje a través de un camino en pendiente rodeado árboles verdes por el que hay que subir; luego, es preciso pasar por un túnel y cruzar un puente para encontrar el Museo Miho. 

Museo sonoro de Copenhague / CREO ARKITEKTER + ADEPT / Dinamarca
El arquitecto danés Vilhelm Lauritzen de Creo Architects, en colaboración con ingenieros de Niras, ADEPT, llevaron a cabo una reforma al edificio modernista del Museo Nacional de Dinamarca, construido en la década de 1950 para abrir su vasta colección de instrumentos musicales históricos. La intervención enfatiza el carácter único de su materialidad, con un diseño que incluye cuatro espacios sonoros como parte del programa educativo de la colección. La Radio House, el Museo Nacional de la Música y los cuatro espacios sonoros de "The Sonorous Museum”, se reformaron respetando el diseño del edificio original, pero con un aporte contemporáneo.   

Museo de la Mina de Zinc Allmannajuvet / Peter Zumthor / Noruega
El paisaje de Allmannajuvet, en Sauda, Noruega y su rica historia cultural, son una de las 10 atracciones más importantes de las Rutas Turísticas Nacionales. Peter Zumthor se inspiró en las minas de zinc abandonadas para crear una instalación de arte que consiste en un museo, cafetería, baños y estacionamientos, caminos y escaleras, que fungen como un monumento a la operación minera y la dura vida de sus trabajadores a finales del siglo XIX. 

Museo de Arte de São Paulo / Lina Bo Bardi / Brasil
El MASP fue construido en 1958 con un carácter monumental y constituye un proyecto emblemático de la arquitectura moderna de Brasil; es uno de los edificios más importantes de la renovación de la ciudad. Se trata de un gran volumen suspendido por marcos rojos; cuatro grandes pilares entrelazados por dos vigas, que funcionan como un exoesqueleto para sostener el edificio. Así, el nivel de la calle queda libre a la circulación para permitir que sus visitantes y ciudadanos mantengan un recorrido fluido, en una gran plaza que crea un punto de encuentro.    

Museo Jumex / David Chipperfield Architects / México
El museo está situado en un terreno triangular y diseñado con un estilo atemporal que no compite con el arte que en él se exhibe, pero al mismo tiempo destaca entre los edificios de la zona. El espacio de exposición se encuentra en los dos pisos superiores. Los pisos inferiores comprenden los espacios más sociales del programa; un vestíbulo abierto permite a los visitantes disfrutar del paisaje y de la vida urbana de la calle. El techo de dientes de sierra crea una geometría rítmica que define la galería del tercer piso. Las luces del techo orientadas al oeste y un difusor horizontal distribuyen la luz uniformemente para iluminar las obras de arte y crear una luz ambiental para el espacio. 

MAAT / AL_A / Portugal
MAAT es un museo abierto situado en las orillas del Tagus, en Belém, el cual propone una nueva relación con el río y el resto del mundo. Es un edificio de altura baja que explora la convergencia del arte contemporáneo, la arquitectura y la tecnología. La estructura en arco se mezcla con en el paisaje y permite a los visitantes caminar por encima y por debajo del edificio. El techo es también una sala al aire libre que expresa una conexión física y conceptual entre el río y el corazón de la ciudad.

Biosphere, Environment Museum / Richard Buckminster Fuller / Canadá
Esta cúpula geodésica se encuentra en el antiguo Pabellón de Estados Unidos de la Expo 67. Desde 1995 está dedicado a generar conciencia y educar sobre el cuidado del agua y el medio ambiente. 

Museo de Arte de Milwaukee / Eero Saarinen, David Kahler, Santiago Calatrava / Estados Unidos
Está compuesto por tres edificios: el Centro Memorial War (1957) diseñado por Eero Saarinen; el Edificio Kahler (1975) de David Kahler, y el Quadracci Pavilion (2001), de Santiago Calatrava. Resguarda 30 mil obras de arte antiguo, desde escultura, grabados, dibujos, artes decorativas, fotografías y arte popular. Su estructura combina técnicas tradicionales con tecnología de vanguardia.



Información y fotografías: ArchDaily