martes, 10 de julio de 2018

INUNDACIONES Y SEQUÍAS, PROBLEMAS COTIDIANOS DE LA CDMX

Redacción Repentina

Fotografía: El Universal

En la Ciudad de México, el incorrecto manejo del agua se ha convertido en un gran problema que sus habitantes padecen día tras día. Éste no sólo tiene que ver con las inundaciones sino también con el abastecimiento del agua potable que frecuentemente resulta insuficiente debido a la ineficiencia del sistema subterráneo. Ello, aunado a factores que conciernen a la planificación urbana e infraestructura, han agravado dicha problemática.


Fotografía: Diario de México
El problema del agua se remota tiempo atrás. Después de que los españoles tomaran Tenochtitlán, drenaron los lagos, destruyeron la Ciudad Azteca y edificaron la suya al estilo europeo e incluso reconstruyeron los acueductos. Esto se convirtió en un detonante para las inundaciones estacionales. Antes de eso, en la ciudad la fuente principal de agua dulce eran los lagos de la zona y sus habitantes manejaban las inundaciones estacionales con una red de diques y canales. Ellos utilizaban un sistema de acueductos para llevar el agua de manantial a toda la ciudad azteca.

La invasión española arrasó con el lago de Texcoco y actualmente, todos los otros lagos han desaparecido, a excepción de algunos canales al sur de la ciudad. El agua subterránea se almacena en los acuíferos poco profundos que se encuentran debajo de los lechos del lago. Sin embargo, su uso se ve restringido debido a una serie de problemas relacionados con el hundimiento del suelo. En la década de los 50 se demostró que una de las causas del hundimiento de la Ciudad de México está asociada a la extracción de agua subterránea, por lo que muchos pozos del área urbana fueron clausurados.

Desde que se inició la explotación del agua del subsuelo en el siglo XIX, se ha visto un constante descenso en los niveles de agua subterránea que ha provocado un hundimiento de alrededor de 7.5 metros en el centro de la ciudad. La consecuencia natural de éste es la propensión a las inundaciones.

Ante esta situación, la demanda de agua para los millones de personas que habitan en la capital del país representa un enorme desafío, puesto que el agua superficial en la Cuenca de México es muy escasa, la principal fuente de abastecimiento es el acuífero que se ve expuesto a sufrir severas averías debido a la intensa actividad que sucede sobre él.