lunes, 13 de abril de 2020

¿POR QUÉ DISEÑAR CASAS?

Redacción Repentina


Sin importar el paso de los años y las nuevas formas en las que las generaciones recientes perciben y hacen uso de los espacios, proyectar casas unifamiliares sigue siendo la tarea con mayor demanda para los arquitectos; es decir que este tipo de proyectos son lo más solicitados por los clientes en general. Asimismo es la tipología más popular en la plataforma ArchDaily. Por ello este tipo de proyectos pueden pensarse como una labor suficientemente estudiada y ejecutada, restándole peso a su complejidad. 

En efecto, la inclinación hacia las viviendas sigue siendo tendencia, pero cada una de ellas presenta su propio reto. Diseñar una casa implica construir el lugar más íntimo de una persona o familia, donde posiblemente pueden ser ellos mismos al 100%. Para que esto ocurra se debe tener un estudio previo de las necesidades del cliente para transformarlas en ideas y finalmente plasmarlas en espacios. De ahí que el arquitecto se convierte en la herramienta que entiende al usuario y materializa su visión. 

En definitiva, la tarea de atender al usuario, comprender la forma en la que vive y su comportamiento, para así lograr el espacio ideal que necesita, no es sencilla. Pero a pesar de los desafíos que se pueden llegar a presentar al satisfacer los requisitos del cliente, esto no debe verse como una limitante del diseño. Al proyectar una casa se tiene una libertad formal enorme, por lo que es posible experimentar con diferentes soluciones. Dicha libertad puede ser el paso decisivo para explorar nuevas formas de vida contemporánea.

Gracias a la exploración en las necesidades de las nuevas generaciones, se han propuesto formas de vivienda distintas a las conocidas en el pasado. Se ha visto en años recientes que para aquellas personas que pertenecen a la llamada Generación Z, la necesidad de adquirir una vivienda de gran tamaño ya no es tan importante ni tan fácilmente accesible. Contrario a lo que ocurría con las generaciones anteriores, estas personas prefieren viajar para conocer otras culturas o incluso dentro de sus países, prefieren mudarse de barrio o ciudad, antes que establecerse en una sola casa toda su vida; de igual manera, formar una familia ya no es una prioridad. 

Así, en respuesta a esta realidad, y bajo la premisa de que tener una buena casa, no significa tener una gran superficie, ha surgido la tendencia de la microvivienda. No obstante, ésta ha resultado muy criticada entre ciertos sectores por considerarla inviable y como un oportunismo de las empresas inmobiliarias.

En conclusión, la vivienda siempre será una tipología en constante evolución y los arquitectos tendrán la tarea de adaptarse a dichos cambios, siempre con la idea de escuchar y atender las necesidades del usuario para poder lograr ese espacio soñado.



Fotografías: ArchDaily

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