Sak Tz’i es una antigua ciudad
maya cuya existencia se conoció en 1994, gracias a numerosas inscripciones halladas
en otras zonas arqueológicas, pero que no fue localizada sino hasta el año 2014,
y la cual, a pesar no ser tan célebre como Chichen Itzá o Uxmal, ha cobrado
gran importancia en los últimos meses. Durante muchos años la capital fue
buscada por especialistas que encabezaban un proyecto arqueológico llamado
Busilá-Chocoljásin. No obstante su esfuerzo, no tuvieron éxito hasta la
fortuita intervención de un habitante de la región.
En 2014, un estudiante de
arqueología llamado Whittaker Schroder se encontraba en Chiapas buscando yacimientos
arqueológicos para su tesis. Durante este recorrido fue interceptado por un
vendedor de la zona quien quería mostrarle una antigua estela tallada en
piedra, que un amigo suyo había encontrado en su rancho. Dicho hallazgo dio un giro total al proyecto de búsqueda
Busilá-Chocoljásin, pues la estela contenía información de Sak Tz’i, incluida
la ubicación de la antigua ciudad.
Luego de años de trámites de permisos
de expedición y excavación, en 2019 iniciaron los trabajos arqueológicos. Entre
muchos de los descubrimientos, que fueron publicados en el Jorurnal of Field Archaeology, se cuentan varios monumentos mayas
de suma importancia, pues contienen inscripciones de batallas, rituales y la
danza de un dios de la lluvia. De igual manera se han encontrado restos de un
palacio real, pirámides y hasta una cancha de juego de pelota.
Gracias a este trabajo se ha
podido estudiar cómo fue la vida en la capital, bautizada por los arqueólogos con
el nombre de Lacanja Tzeltal, en honor a la población más cercana. Los
especialistas han ido desentrañando cada elemento encontrado en la ciudad para
comprender el desarrollo de las actividades y la vida diaria de sus habitantes,
la cuales consistían en la agricultura, la elaboración de cerámica y
herramientas de piedra. También han logrado comprender cómo estaba estructurada
la ciudad, en torno a una plaza central de 6,000 m2 llamada Muk´ul
Ton, rodeada por templos y edificios que eran usados como salones de recepción,
aposentos de la familia real e instalaciones de la corte.
Por ahora, el equipo de
excavación tiene previsto continuar con los trabajos y estabilizar los
edificios que están en riesgo de colapso, documentar las esculturas y explorar
los yacimientos que aún se encuentran debajo de la selva chiapaneca, gracias a la
tecnología LIDAR (Láser de detección de imágenes, por sus siglas en inglés)
Sin duda, Sak Tz’i’ fue una
ciudad modesta cuyo hallazgo es pieza clave para comprender más la estructura
política y cultural de la civilización maya.
Fotografías e información: Revista Travesías
No hay comentarios:
Publicar un comentario