Con el objetivo de reforestar y
fomentar la conservación de la vegetación costera de la localidad de Sisal, del
Municipio de Hunucmá, en Yucatán, alumnos de la Licenciatura en Manejo
Sustentable de Zonas Costeras, de la Escuela Nacional de Estudios Superiores
Unidad Mérida de la UNAM, desarrollaron el proyecto Reciclando dunas.
Una duna es un depósito
sedimentario formado, principalmente en desiertos y costas, a partir de la
acumulación de arena, donde habitan diversas especies vegetales y en las que se
pueden encontrar roedores, coyotes, nidos de tortugas y de aves, reptiles e
insectos. Las dunas pueden poseer una altitud muy cercana al suelo o incluso
alcanzar alturas de hasta 30 metros. Las de Sisal, por ejemplo, miden alrededor
de 2 m.
En tanto que tales ambientes de
biodiversidad evitan la pérdida del suelo, filtran agua al subsuelo para
mantenerlo en condiciones adecuadas y disminuyen la formación de huracanes, los
alumnos Omar Pérez Sánchez, Erika Sánchez Ramos, Luis Perea Méndez y Luis
Arturo Alcalá Torres idearon Reciclando dunas con la intención de recuperar
tales funciones que resultan fundamentales para el mejoramiento ambiental de la
localidad, el cual es uno de sus principales intereses.
El proyecto, que resultara
ganador de la convocatoria “Se impulsan ideas” de la Fundación Bepensa, surgió
en febrero de 2019, como parte de la clase “Conservación de la diversidad”. El equipo
de jóvenes se percató de que debido al incremento de oferta turística en la
zona, la construcción de hoteles y la instalación de palapas, se realizaba una
mayor apertura de caminos hacia la playa, lo cual devino en la agresión de la
flora y fauna que habita las dunas.
Así, a partir de la identificación
de las zonas más afectadas, el colectivo de Reciclando dunas pretende
reconectar aquellas dunas que han sido fragmentadas y recuperar la cobertura de
vegetación. El trabajo inicia con el
cercado del área a recuperar, para posteriormente trasladar diversas especies
de plantas como canavalia rosea (haba
de playa); sesuvium portulacastrum
(verdolaga de playa) o suriana marítima
(tabaquillo), las cuales previamente son germinadas y sometidas a pruebas de
simulación de las condiciones a las que se enfrentarán en la playa. Ello con el
objetivo de asegurar que tendrán la capacidad subsistir y adaptarse a la vida
en exterior. Finalmente, con botellas de PET recolectadas en la playa, crean escudos
y terrarios para proteger a algunas de las plantas.
Reciclando dunas pretende, de
esta manera, restaurar 5,500 m2 de dunas costeras en Sisal, aumentar
en un 10% su vegetación al trasplantar alrededor de 13 mil especies nativas de
la región, apoyar en la conservación de especies animales vinculadas a la duna
costera y devolver el valor paisajístico que ésta proporciona a la playa. Asimismo
busca impulsar la cultura de reciclaje al emplear 7,000 botellas de PET en los
procesos de construcción, protección, germinación y plantación de la vegetación.
Fotografías: Facebook "Reciclando dunas"
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