lunes, 23 de marzo de 2020

GRAFTON ARCHITECTS: GANADORAS DEL PREMIO PRITZKER 2020

Redacción Repentina




El pasado 3 de marzo Yvonne Farrell y Shelley McNamara, originarias de Irlanda, resultaron ganadoras del Premio Pritzker 2020. Ambas arquitectas, fundadoras de la firma Grafton Architects en el año de 1978, son el primer dúo de mujeres en recibir este galardón. Se conocieron durante sus estudios en la escuela de arquitectura de la University College de Dublín (UCD), lugar donde también han trabajado como docentes y contribuido al conocimiento de nuevas generaciones de arquitectos.


La firma galardonada refleja la búsqueda constante de sus fundadoras, de la excelencia arquitectónica, al plantear diferentes tipologías que van desde grandes edificios públicos, hasta viviendas unifamiliares. Han sido responsables de proyectos como la sede del Instituto Urbano de Irlanda, en Dublín; el edificio de la Universidad Luigi Bocconi, en Milán; la Escuela de Medicina de la Universidad de Limerick, en Irlanda o el edificio del Institut Mines Télécom, en París. Gracias a estas obras, el jurado del Pritzker reconoció su gran capacidad de contribuir más allá de sus propios límites y hacer que una ciudad funcione mejor. Distinguieron la forma en que sus edificios responden a un entorno y una ciudad catalogándolas como una arquitectura que combina “arte y humanidad”. 



Con una profunda comprensión del lugar, la cual obtienen a través de su investigación, agudos sentidos de observación, exploraciones abiertas, una perpetua curiosidad, así como un profundo respeto por la cultura y el contexto, Farrell y McNamara pueden hacer que sus edificios respondan al entorno y a una ciudad de la manera más adecuada, al mismo tiempo que son frescos y modernos. Tal comprensión del "espíritu de lugar" permite a sus trabajos mejorar la comunidad local. Sus construcciones son "buenos vecinos" que buscan hacer una contribución más allá de los límites del edificio y hacen que una ciudad funcione mejor. Las viviendas North King Street Housing, en Dublín, con su  patio interior que ofrece un respiro de las concurridas calles adyacentes, son un ejemplo de esto. 



Otro de los grandes ejemplos de su manera de entender la arquitectura, y a la vez de los más premiados, es la UTEC de Lima. Se ubica entre una autopista y un barrio residencial, lo que en su momento representó todo un desafío. Ello fue resuelto con un edificio vertical, con perfil en cascada y un diseño concebido para recoger el viento del mar, lo que minimiza el uso de aire acondicionado. Para las oficinas del Departamento de Finanzas de Dublín emplearon tierra local en la fachada e idearon un atípico diseño de ventanas que ofrece vistas panorámicas de la ciudad, a la vez que refuerza la sensación de amplitud.



Como una constante de su enfoque, las arquitectas diseñan secciones complejas de edificios de tal manera que las vistas conecten los espacios interiores con el exterior más amplio, lo que permite que la luz natural penetre y anime espacios profundos dentro de un edificio. A menudo, la luz fluye desde tragaluces o ventanas de pisos superiores a través de los interiores de sus edificios. Esto brinda calidez e interés visual, ayuda a los habitantes a orientarse fácilmente en los espacios y proporciona la conexión siempre necesaria con el exterior.

Información y fotografías: https://www.pritzkerprize.com/laureates/2020








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