martes, 31 de marzo de 2020

RECICLANDO DUNAS. PROYECTO UNIVERSITARIO DE REFORESTACIÓN EN LAS COSTAS DE YUCATÁN

Redacción Repentina


Con el objetivo de reforestar y fomentar la conservación de la vegetación costera de la localidad de Sisal, del Municipio de Hunucmá, en Yucatán, alumnos de la Licenciatura en Manejo Sustentable de Zonas Costeras, de la Escuela Nacional de Estudios Superiores Unidad Mérida de la UNAM, desarrollaron el proyecto Reciclando dunas.

Una duna es un depósito sedimentario formado, principalmente en desiertos y costas, a partir de la acumulación de arena, donde habitan diversas especies vegetales y en las que se pueden encontrar roedores, coyotes, nidos de tortugas y de aves, reptiles e insectos. Las dunas pueden poseer una altitud muy cercana al suelo o incluso alcanzar alturas de hasta 30 metros. Las de Sisal, por ejemplo, miden alrededor de 2 m.

En tanto que tales ambientes de biodiversidad evitan la pérdida del suelo, filtran agua al subsuelo para mantenerlo en condiciones adecuadas y disminuyen la formación de huracanes, los alumnos Omar Pérez Sánchez, Erika Sánchez Ramos, Luis Perea Méndez y Luis Arturo Alcalá Torres idearon Reciclando dunas con la intención de recuperar tales funciones que resultan fundamentales para el mejoramiento ambiental de la localidad, el cual es uno de sus principales intereses.

El proyecto, que resultara ganador de la convocatoria “Se impulsan ideas” de la Fundación Bepensa, surgió en febrero de 2019, como parte de la clase “Conservación de la diversidad”. El equipo de jóvenes se percató de que debido al incremento de oferta turística en la zona, la construcción de hoteles y la instalación de palapas, se realizaba una mayor apertura de caminos hacia la playa, lo cual devino en la agresión de la flora y fauna que habita las dunas.

Así, a partir de la identificación de las zonas más afectadas, el colectivo de Reciclando dunas pretende reconectar aquellas dunas que han sido fragmentadas y recuperar la cobertura de vegetación.  El trabajo inicia con el cercado del área a recuperar, para posteriormente trasladar diversas especies de plantas como canavalia rosea (haba de playa); sesuvium portulacastrum (verdolaga de playa) o suriana marítima (tabaquillo), las cuales previamente son germinadas y sometidas a pruebas de simulación de las condiciones a las que se enfrentarán en la playa. Ello con el objetivo de asegurar que tendrán la capacidad subsistir y adaptarse a la vida en exterior. Finalmente, con botellas de PET recolectadas en la playa, crean escudos y terrarios para proteger a algunas de las plantas. 

Reciclando dunas pretende, de esta manera, restaurar 5,500 m2 de dunas costeras en Sisal, aumentar en un 10% su vegetación al trasplantar alrededor de 13 mil especies nativas de la región, apoyar en la conservación de especies animales vinculadas a la duna costera y devolver el valor paisajístico que ésta proporciona a la playa. Asimismo busca impulsar la cultura de reciclaje al emplear 7,000 botellas de PET en los procesos de construcción, protección, germinación y plantación de la vegetación.

Fotografías: Facebook "Reciclando dunas"

viernes, 27 de marzo de 2020

ESCULTURA HABITABLE

Redacción Repentina


Las Tres Gracias (Checoslovaquia) Miroslav Chlupac
Hace 52 años México fue la sede de los Juegos Olímpicos, por lo que, además de los preparativos para la realización de las dos semanas de competencias atléticas, el gobierno mexicano propuso una Olimpiada Cultural, en la que el público disfrutaría de la fuerza y la cultura en la fiesta de unión más importante de la humanidad.
Para tal evento alterno se planeó un programa que incluía danza, música, poesía, escultura, pintura infantil, ciencia, así como la “Ruta de la amistad”, un corredor escultórico concebido por Mathias Goeritz, con el apoyo del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez. Con una longitud de 17 km y 22 esculturas realizadas por artistas de los cinco continentes, la Ruta de la amistad fue catalogada como la más grande del mundo.
El Ancla (Suiza)
Willi Gutmann

Así el arte se exhibió en las calles y la sociedad se deleitó ante este invaluable recorrido de geometrías y colores que conectaba los distintos escenarios olímpicos. Dentro de la ruta destaca la escultura realizada por el artista uruguayo Gonzalo Fonseca, debido a que  es la única que puede habitarse. La torre de los vientos, surgida de la idea de hacer un refugio para quienes circulaban por la zona del Pedregal, posee en su interior de 80 m2, elementos geométricos que remiten a muebles de estética minimalista.
Torre de los Vientos (Uruguay) Gonzalo Fonseca

No obstante el valor simbólico que adquirió la Ruta de la amistad, al finalizar el evento deportivo y con el paso del tiempo, quedó en el abandono expuesta a numerosas agresiones y opacada por el crecimiento urbano. Luego de 25 años, a través del proyecto Adopte una obra de arte y del organismo internacional World Monuments Fund (WMF), fue posible rescatar y conservar el recorrido escultórico. La torre de los vientos, por su parte ha sido objeto de más de 75 proyectos de rescate gracias al apoyo del FONCA. 

México (España) José María Subirachs
Una de las intervenciones más conocidas fue la realizada por el arquitecto Mauricio Rocha, quien en 1998 experimentó con la idea del vacío y creó así una nueva escultura transitable dentro de la obra original. Diseñó una escalera en forma de espiral (semejante a la cimbra utilizada durante el colado de la torre) que permitió a los visitantes transitar el vacío hasta el punto más alto para observar la ciudad a través del domo. 

El programa para dar vida a las 22 esculturas que conforman la Ruta busca el contacto directo con la comunidad, abrir nuevos espacios para el arte urbano y procurar su presencia en la mente del público mediante intervenciones artísticas temporales y multidisciplinarias.

Muro Articulado (Austria - EUA) Herbert Bayer








Sol Rojo (EUA)
 Alexander Calder






















Información y fotografías: http://www.mexico68.org/es/

miércoles, 25 de marzo de 2020

ARQUITECTURA NEUMÁTICA PARA LA SALUD

Redacción Repentina


Los centros médicos inflables creados por la empresa española Tecnodimension se han convertido, en aquel país, en una alternativa viable para responder a la emergencia sanitaria provocada por la COVID-19. Permiten dar una atención más rápida ante incidentes o catástrofes naturales gracias a que, a diferencia de otras construcciones, son fácilmente desplazables, reutilizables y cuentan con una gran capacidad de hospitalización.



Estas carpas modulares de acción rápida son adaptables en cualquier terreno y su instalación se realiza en un corto periodo de tiempo, por lo que pueden responder a las necesidades de regiones sin infraestructura médica especializada. 


Cuentan con quirófanos aislados, salas de visita y atención. Además, la empresa ha trabajado con un equipo de ingenieros y arquitectos para cumplir con todos los requerimientos de una edificación hospitalaria. Están fabricados con tejidos que resisten vientos de hasta 110 km/h, materiales ignífugos, filtros y membranas independientes que garantizan las condiciones básicas  de un quirófano.


En este sentido, en México, el Estado de Hidalgo ha optado por la instalación de uno de estos hospitales de emergencia para atender a los enfermos de COVID-19. Se trata de la primera unidad de este tipo en América Latina, la cual cuenta con nueve módulos en una superficie lisa de hule de 1,200 m2, 3000 m de cableado eléctrico, así como 500 m de estructura Truss de aluminio armada con tornillo. Puede hospitalizar a 40 pacientes y 10 en terapia intensiva.

Fotografías: Tecnodimension


lunes, 23 de marzo de 2020

GRAFTON ARCHITECTS: GANADORAS DEL PREMIO PRITZKER 2020

Redacción Repentina




El pasado 3 de marzo Yvonne Farrell y Shelley McNamara, originarias de Irlanda, resultaron ganadoras del Premio Pritzker 2020. Ambas arquitectas, fundadoras de la firma Grafton Architects en el año de 1978, son el primer dúo de mujeres en recibir este galardón. Se conocieron durante sus estudios en la escuela de arquitectura de la University College de Dublín (UCD), lugar donde también han trabajado como docentes y contribuido al conocimiento de nuevas generaciones de arquitectos.


La firma galardonada refleja la búsqueda constante de sus fundadoras, de la excelencia arquitectónica, al plantear diferentes tipologías que van desde grandes edificios públicos, hasta viviendas unifamiliares. Han sido responsables de proyectos como la sede del Instituto Urbano de Irlanda, en Dublín; el edificio de la Universidad Luigi Bocconi, en Milán; la Escuela de Medicina de la Universidad de Limerick, en Irlanda o el edificio del Institut Mines Télécom, en París. Gracias a estas obras, el jurado del Pritzker reconoció su gran capacidad de contribuir más allá de sus propios límites y hacer que una ciudad funcione mejor. Distinguieron la forma en que sus edificios responden a un entorno y una ciudad catalogándolas como una arquitectura que combina “arte y humanidad”. 



Con una profunda comprensión del lugar, la cual obtienen a través de su investigación, agudos sentidos de observación, exploraciones abiertas, una perpetua curiosidad, así como un profundo respeto por la cultura y el contexto, Farrell y McNamara pueden hacer que sus edificios respondan al entorno y a una ciudad de la manera más adecuada, al mismo tiempo que son frescos y modernos. Tal comprensión del "espíritu de lugar" permite a sus trabajos mejorar la comunidad local. Sus construcciones son "buenos vecinos" que buscan hacer una contribución más allá de los límites del edificio y hacen que una ciudad funcione mejor. Las viviendas North King Street Housing, en Dublín, con su  patio interior que ofrece un respiro de las concurridas calles adyacentes, son un ejemplo de esto. 



Otro de los grandes ejemplos de su manera de entender la arquitectura, y a la vez de los más premiados, es la UTEC de Lima. Se ubica entre una autopista y un barrio residencial, lo que en su momento representó todo un desafío. Ello fue resuelto con un edificio vertical, con perfil en cascada y un diseño concebido para recoger el viento del mar, lo que minimiza el uso de aire acondicionado. Para las oficinas del Departamento de Finanzas de Dublín emplearon tierra local en la fachada e idearon un atípico diseño de ventanas que ofrece vistas panorámicas de la ciudad, a la vez que refuerza la sensación de amplitud.



Como una constante de su enfoque, las arquitectas diseñan secciones complejas de edificios de tal manera que las vistas conecten los espacios interiores con el exterior más amplio, lo que permite que la luz natural penetre y anime espacios profundos dentro de un edificio. A menudo, la luz fluye desde tragaluces o ventanas de pisos superiores a través de los interiores de sus edificios. Esto brinda calidez e interés visual, ayuda a los habitantes a orientarse fácilmente en los espacios y proporciona la conexión siempre necesaria con el exterior.

Información y fotografías: https://www.pritzkerprize.com/laureates/2020