Diego
Villaseñor, nacido en Guadalajara, Jalisco, es arquitecto por parte
de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y reconocido
internacionalmente gracias a grandes obras arquitectónicas como la Casa los Cabos en
Baja California Sur; Casa Rocas Rojas en
Puerto Escondido, Oaxaca; La lagartija, en
Valle de Bravo, Estado de México; La Casa Papelillos en
Punta Mixta, Nayarit; entre muchas otras. Villaseñor es considerado
mediador entre el hombre y la naturaleza, sustantivo en el que recae
la filosofía que unifica sus obras y, al mismo tiempo, le otorga su
característica peculiar como creador: la naturaleza como
protagonista.
En
entrevista con el arquitecto, por la escritora Elena Poniatowska,
Villaseñor evoca una imagen en la que recuerda, desde pequeño, tras
dibujar una iglesia, su mamá supo que él sería un talentoso
arquitecto; sin embargo, la filosofía del diseñador se superpone a
cualquier altivez que bien podría llegar a tener al crear
edificaciones que son notables en el mundo de la arquitectura: “…La
naturaleza compone todo con su infinita generosidad”1.
Diego Villaseñor crea una armonía entre el estilo de vida y la
naturaleza; es por ello que, para realizar un proyecto, entiende al
cliente, pero sobre todo, entiende el sitio y el espíritu del lugar,
por lo que, además de habitar las casas se puede admirar el entorno.
Uno
de los personajes que impulsó a Diego Villaseñor es el arquitecto
Luis Barragán quién le enseñó otra forma de ver a México. A
causa de eso, sus obras se distinguen por retomar la mexicanidad,
además de hacer arquitectura para la gente, Villaseñor logra que el
sitio tenga la capacidad de que, al adentrarse en él, la piel se
erice y los ojos queden embelesados por la maravilla del lugar.
El
arquitecto se rige por cuatro premisas al pensar y realizar una
edificación: que funcione, que tenga sentido emocional, que sea
bella (con buena luz y armonía) y que tenga arquitectura de muros.
Todo ello, hace de Diego Villaseñor un proyectista
que genera vanguardia e identidad, que crea y piensa en lugares para
que la gente pueda sacar lo mejor de sí en el sentido emocional,
físico y espiritual; y que además logra fundir con sutileza en un
paisaje natural, las construcciones y pese a ello siguen teniendo un
realce.
1 Poniatwoska,
Elena, Diego
Villaseñor: uno de los 100 mejores arquitectos del mundo, En
La Jornada, Opinión, 29 de mayo de 2016
Fotografía: Diego Villaseñor, Arquitecto http://www.dva.com.mx/
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