Redacción Repentina
En
la Ciudad de México, existen jardines que representan grandes
momentos en la historia de nuestro país, tal es el caso del jardín
de Netzahualcóyotl en Texcoco, el Paseo de la Alameda durante la
época virreinal y el Parque México, creado después de la
Independencia. Aquí nos centraremos en la historia de la Alameda
Central.
Este paseo fue construido en el año de 1592 por el virrey Luis de Velasco, quien solicitó al Ayuntamiento que se creara un sitio de esparcimiento y ornato para
la ciudad. Se le dio el nombre de Alameda gracias a los álamos que
se plantaron en el terreno. Y con el tiempo se
convirtió en el jardín más llamativo y antiguo de América Latina.
Durante
la época colonial, fue el sitio de recreación favorito de la alta
sociedad, por lo que se puso una reja que impidiera el paso de
personas de las clases bajas.
La
Alameda Central fue el primer jardín y paseo de la capital y a lo
largo de su historia ha sufrido grandes cambios. Durante el siglo
XIX, se sustituyeron los álamos, a los que debe su nombre, por
sauces y fresnos y se secaron las acequias que la rodeaban. Se
retiró, además, la barda que la cerraba, lo que la convirtió en un
centro de reunión y paseo popular. En 1853 se construyó la fuente
central y en 1892, se alumbró con luz eléctrica.
Cabe
mencionar que al transcurrir del tiempo la Alameda fue decayendo y
sus usos se modificaron. Al finalizar el mandato del Virrey que la
mandó construir, la población la usaba como un lugar para que
pastaran sus caballos. En otro tiempo, en este jardín se ubicó la
hoguera de la Inquisición.
Algunos
años más tarde, durante la dinastía de los Borbón en España,
Felipe V, encargó que se construyeran varias fuentes y se sembraran
nuevos árboles en la Alameda tratando de imitar la belleza de los
jardines de Versalles. Además encargó al virrey de la
Nueva España que él mismo debería asegurarse de que el jardín se
conservara en buen estado.
Así en 1775, el virrey Carlos Francisco de la Croix ordenó algunos cambios importantes al paseo de la Alameda. Se ampliaron las calzadas
laterales con lo que la forma cuadrada que había tenido hasta
entonces, se tornó rectangular, además mandó a construir cuatro
fuentes nuevas.
De esta manera y al paso de los años, la Alameda Central se ha convertido en uno de los sitios más importantes de la Ciudad de México. Punto de referencia para quienes la visitan y punto de encuentro de sus habitantes. Un lugar en el que ha quedado plasmada parte de nuestra historia; que lo mismo ha sido visitado y admirado por personajes como Carlota Amalia de Bélgica, esposa de Maximiliano de Habsburgo y ha servido de inspiración para artistas como Diego Rivera.
De esta manera y al paso de los años, la Alameda Central se ha convertido en uno de los sitios más importantes de la Ciudad de México. Punto de referencia para quienes la visitan y punto de encuentro de sus habitantes. Un lugar en el que ha quedado plasmada parte de nuestra historia; que lo mismo ha sido visitado y admirado por personajes como Carlota Amalia de Bélgica, esposa de Maximiliano de Habsburgo y ha servido de inspiración para artistas como Diego Rivera.
En
este sentido es pertinente revisar el texto que aparece en Repentina junio-julio 2017 donde se trata el tema de los jardines históricos
en el paisaje urbano actual. En él se explica que su importancia se
debe a dos razones: la primera, que estos jardines generalmente son
olvidados y vistos como espacios residuales por lo cual no se les da
el mantenimiento adecuado; la segunda, es que los vemos como algo
aislado del paisaje urbano, cuando en realidad son parte de él.
Fotografía: México en fotos, Consultado en: http://www.mexicoenfotos.com/mobile/
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