Redacción Repentina
En nuestro país existen
varias avenidas que han dejado una huella en su historia. Una de
ellas, en la Ciudad de México, es la Avenida Paseo de la Reforma, no
sólo por la zona en la que se construyó, sino por las
transformaciones que ha sufrido a través del tiempo y sobre todo por
la riqueza cultural y artística que ofrece. Su trazo actual, desde
la Fuente de Petróleos hasta la Glorieta de Peralvillo se considera
un museo vivo que alberga esculturas, glorietas, piezas ornamentales
obras de arte y mobiliario urbano. A esto se le suman las
manifestaciones, conciertos y celebraciones que se han llevado a cabo
en ella y que la han convertido en un sitio emblemático.
Paseo de la Reforma es
una avenida que ha tenido grandes cambios con el transcurrir del
tiempo, lo que la hace un relato
urbanístico de la Ciudad de México.
Hace más de 150 años fue concebida como un camino que uniría al
Castillo de Chapultepec con el Palacio Imperial y el centro de la
Ciudad. A esta calle, Maximiliano de Habsburgo, la nombró Paseo del
Emperador y corría a lo largo de 3.4 kilómetros.
La siguiente
transformación que vivió fue durante la presidencia de Benito
Juárez al renombrarla, Paseo Degollado en memoria del general Santos
Degollado, muerto al final de la Guerra de Reforma. Posteriormente,
en 1872, Sebastián Lerdo de Tejada la rebautizó con el nombre de
Paseo de la Reforma, que conserva hasta nuestros días.
Por su antigüedad e
importancia el INAH considera al corredor de Reforma como Zona de
Monumentos Históricos. El tramo de la primera sección del Bosque de
Chapultepec posee un alto valor histórico y arqueológico, además
de que ahí se encuentran esculturas y piezas de arte que ya forman
parte de su imagen. Por otra parte en el tramo que va de la Estela de
luz a Bucareli es donde se concentra la mayor cantidad de bienes
culturales y es donde se encuentra el trazo original de esta avenida.
De entre las más
destacadas obras que alberga Paseo de la Reforma, encontramos las 37
esculturas de personajes ilustres de la Reforma y las glorietas de la
Columna de la Independencia, la de Cuauhtémoc, la de Cristóbal
Colón y la de la Fuente de la Diana Cazadora. Por supuesto, está
rodeada de edificios que son representativos para México como la
Bolsa Mexicana de Valores, la Torre Mayor y más recientemente la
Estela de luz.
Por esto y mucho más
Paseo de la Reforma es un icono de la Ciudad de México que alberga
bienes culturales, los cuales deben respetarse y preservarse, pues
nos hablan de partes fundamentales de la historia de nuestro país.
Fotografía: cortesía
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