Redacción Repentina
A lo largo de las semanas que
han transcurrido en esta contingencia, hemos visto un sinfín de artículos donde
se analiza cómo el tiempo en casa ha servido para reflexionar y asimilar los
cambios que se dieron en torno a muchos aspectos de la vida que conocíamos antes
de la pandemia, como el diseño de hospitales, espacios públicos, medidas más
exigentes de higiene y el uso de la tecnología como medio para continuar con nuestras
labores a distancia.
Escuelas, oficinas públicas y
empresas, se han visto obligadas a usar softwares
de videollamadas y reuniones virtuales para seguir en contacto y que el trabajo
no se vea afectado por el confinamiento. Aunque la computadora y el celular son
herramientas que nos han facilitado dicha comunicación, ha sido inevitable que
surjan dudas sobre si estos instrumentos realmente favorecen o impulsan nuestra
productividad y si podrán en un futuro, sustituir al trabajo presencial. Muchas opiniones afirman que, en efecto,
existen reuniones o actividades en las cuales no es fundamental la presencia de
la persona para que sean realizadas con éxito y además el trabajo a distancia
implicaría un beneficio al medio ambiente en tanto que muchas personas no
tendrían que transportarse a las oficinas.
El campo de la arquitectura no
se queda fuera de esta nueva forma de trabajar que se vuelve cada vez más
popular y necesaria en muchos casos. Desde el ámbito laboral hasta el
estudiantil, el trabajo a distancia se ha traducido en largas horas frente a la
computadora, lo cual posiblemente ha afectado la eficacia con la que se realizan
las tareas.
Antes de la pandemia de
COVID-19, el arquitecto invertía cierta cantidad de horas en la computadora,
ahora pasa el día pegado al aparato; así, la productividad ha pasado a medirse
en horas trabajadas frente a una pantalla. Pese a que la arquitectura se ha
podido adaptar a las circunstancias, queda un largo camino por recorrer para
aprender a utilizar y aprovechar la tecnología en favor de un trabajo a
distancia efectivo. En este sentido, es pertinente preguntarse cuáles con las
mejores formas para transmitir trabajos que sólo pueden verse en pantallas.
No cabe duda que la tecnología
avanza rápidamente, por ello será fundamental para los arquitectos estar al día
y adaptarse a las nuevas herramientas que surjan y emplearlas de la mejor manera
tanto en el trabajo académico en línea como en el ejercicio de la profesión.
Fotografía: Getty Images