miércoles, 13 de marzo de 2019

HOSPITALIDAD MEXICANA: 1939, LLEGADA DE ARQUITECTOS ESPAÑOLES

Redacción Repentina


Entre 1930 y 1940, en la España de la Segunda República, se formaba un grupo de arquitectos progresistas que planteaban transformaciones para entender y ejercer en sus proyectos una mejor y más clara visión hasta ese momento; pero el proceso de integración del Movimiento Moderno fue interrumpido por el desenlace de la Guerra Civil (1936- 1939). La dictadura franquista paralizó a la arquitectura española hasta los años cincuenta. México, en este sentido, fue un buen refugio para los exiliados; debido en parte al gran parecido que tenía con España, y a que se implementaron medidas administrativas para facilitar su integración; tales como la colaboración de despachos y la creación de empresas y escuelas.


La prosperidad económica que vivió México en los años cuarenta facilitó la consolidación profesional de los refugiados y su integración al mercado laboral, hasta formar sus propias empresas; de las cuales, cuatro compañías constructoras hicieron las aportaciones más significativas: Vías y Obras, Ras-Martín, TASA y Cubiertas Ala. Con la hospitalidad mexicana, no sólo se beneficiaron los arquitectos exiliados; igualmente lo hicieron ingenieros, constructores, artistas plásticos, escenógrafos, historiadores y críticos de arquitectura que se instalaron en México.

Se ha vuelto muy difícil para nosotros saber lo que somos. Por una especie de rutina nos seguimos creyendo españoles, pero llevamos a México metido en el alma […] no solamente pasamos de un país a otro, de una querida patria de nacimiento a una no menos querida patria de adopción, sino que nos trasladamos de un continente a otro. De lo viejo a lo joven. De Europa a América. Del desarrollo contenido a la explosión del desarrollo. Del más lento de los ritmos al más vertiginoso…- Félix Candela

Los arquitectos encontraron en esta nueva patria tanto una oportunidad de continuar con el ejercicio de su profesión, como de emprender proyectos y retomar el Movimiento Moderno. En las trayectorias de arquitectos como Francisco Azorín, Bernardo Giner de los Ríos, Tomás Bilbao, Roberto Fernández Balbuena, José Caridad, Jaime Ramonell, Arturo Sáenz de la Calzada, Enrique Segarra, Ovidio Botella, Óscar Coll o Félix Candela, se pueden detectar aportaciones valiosas que generaron un impacto significativo en el contexto nacional, pues contribuyeron al enriquecimiento cultural y arquitectónico del país.

Hay que reconocer de igual forma el intercambio ideológico, técnico y cultural que se dio entre arquitectos españoles y grandes arquitectos mexicanos durante cuatro generaciones, cuya obra forma parte del paisaje urbano contemporáneo.


Fotografía: cortesía

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