El arquitecto chileno Smiljan
Radic Clarke ha tenido, a lo largo de su trayectoria, un enorme reconocimiento
a nivel mundial, pues su obra se destaca por su carácter literario. Ejemplo de
ello es, El Castillo del Gigante Egoísta
(2010), proyecto donde el arquitecto imaginó el refugio del gigante del cuento
de Oscar Wilde.
Gracias a esta característica,
la Academia Estadounidense de Artes y Letras otorgará a Radic, el 23 de mayo de
este año, el Premio Arnold W. Brunner;
nombrado así en honor al arquitecto norteamericano autor de la Congregación Shearith Israel en la
ciudad de Nueva York.
Radic permite ver sus obras
como “experimentos conceptuales”, de acuerdo con Fabrizio Gallanti en su texto,
Disquiet Rooms. The Uncertain
Architecture of Smiljan Radic. Por ello, podríamos considerar algunos de
sus trabajos no sólo como obras de arquitectura, sino también obras de arte
contemporáneo. Sin embargo el arquitecto chileno ha asegurado que “para mí la arquitectura es trabajo; yo
no soy artista, soy arquitecto”.
Fotografía: cortesía
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