viernes, 28 de julio de 2017

PASEO DE LA REFORMA, UNA HUELLA EN NUESTRA HISTORIA

Redacción Repentina

En nuestro país existen varias avenidas que han dejado una huella en su historia. Una de ellas, en la Ciudad de México, es la Avenida Paseo de la Reforma, no sólo por la zona en la que se construyó, sino por las transformaciones que ha sufrido a través del tiempo y sobre todo por la riqueza cultural y artística que ofrece. Su trazo actual, desde la Fuente de Petróleos hasta la Glorieta de Peralvillo se considera un museo vivo que alberga esculturas, glorietas, piezas ornamentales obras de arte y mobiliario urbano. A esto se le suman las manifestaciones, conciertos y celebraciones que se han llevado a cabo en ella y que la han convertido en un sitio emblemático.

Paseo de la Reforma es una avenida que ha tenido grandes cambios con el transcurrir del tiempo, lo que la hace un relato
urbanístico de la Ciudad de México. Hace más de 150 años fue concebida como un camino que uniría al Castillo de Chapultepec con el Palacio Imperial y el centro de la Ciudad. A esta calle, Maximiliano de Habsburgo, la nombró Paseo del Emperador y corría a lo largo de 3.4 kilómetros.

La siguiente transformación que vivió fue durante la presidencia de Benito Juárez al renombrarla, Paseo Degollado en memoria del general Santos Degollado, muerto al final de la Guerra de Reforma. Posteriormente, en 1872, Sebastián Lerdo de Tejada la rebautizó con el nombre de Paseo de la Reforma, que conserva hasta nuestros días.

Por su antigüedad e importancia el INAH considera al corredor de Reforma como Zona de Monumentos Históricos. El tramo de la primera sección del Bosque de Chapultepec posee un alto valor histórico y arqueológico, además de que ahí se encuentran esculturas y piezas de arte que ya forman parte de su imagen. Por otra parte en el tramo que va de la Estela de luz a Bucareli es donde se concentra la mayor cantidad de bienes culturales y es donde se encuentra el trazo original de esta avenida.

De entre las más destacadas obras que alberga Paseo de la Reforma, encontramos las 37 esculturas de personajes ilustres de la Reforma y las glorietas de la Columna de la Independencia, la de Cuauhtémoc, la de Cristóbal Colón y la de la Fuente de la Diana Cazadora. Por supuesto, está rodeada de edificios que son representativos para México como la Bolsa Mexicana de Valores, la Torre Mayor y más recientemente la Estela de luz.


Por esto y mucho más Paseo de la Reforma es un icono de la Ciudad de México que alberga bienes culturales, los cuales deben respetarse y preservarse, pues nos hablan de partes fundamentales de la historia de nuestro país.  

Fotografía: cortesía

viernes, 7 de julio de 2017

LA TORRE INSIGNIA DE TLATELOLCO

Redacción Repentina

En los años sesenta Mario Pani Darqui diseñó y construyó La Torre Insignia de Tlatelolco en la Ciudad de México,  edificio perteneciente al Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco, el mayor de los complejos residenciales diseñados por este arquitecto mexicano.

El edificio, por su tamaño, ocupó el segundo lugar de entre las construcciones de mayor altura en México, después de la Torre Latinoamericana y fue considerado uno de los 5 edificios más altos de la misma época.

Cabe destacar que la Torre Insignia, con su característica forma de prisma triangular, se convirtió en un referente de la arquitectura de la Ciudad de México. Además, en su época fue utilizada como sede del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (BANOBRAS), y de la Secretaria de Educación Pública.

La Torre Insignia tiene 127 metros de altura y 25 pisos, el último de los cuales fue pensado como un mirador. A lo largo de su historia se ha convertido en parte fundamental de Tlatelolco, además de que su imagen representa a la estación del Metro del mismo nombre.
Antes de ser construida el terreno donde se encuentra dejaba ver la falta de orden social, por lo que  su diseño fue pensado por Mario Pani como una forma de erradicar esto. La idea principal era que el edificio se convirtiera en un sello del conjunto habitacional y que inspirara hacia la regeneración y el progreso.

Así como la Torre Insignia convirtió un sitio inhóspito en un distintivo de una zona de la ciudad, hay otras que se han deteriorado y transformado por diferentes tipos de circunstancias.

En la nota ¿Qué motiva la trasformación de nuestra ciudad? de la edición de diciembre del 2015 de Repentina se resalta la importancia que tienen los espacios transformados, ya que en la actualidad los proyectos arquitectónicos son adquiridos para inversiones nacionales y extranjeras a través de entornos económicos e irregulares.

Con esto, los arquitectos buscan la manera de crear lugares y modos de habitar que proyecten la situación económica y política en la que se encuentra el país con el objetivo de obtener una “práctica critica de la arquitectura” y así, lograr que las creaciones arquitectónicas sean funcionales en las ciudades correspondientes.

Consulta la Repentina diciembre 2015 para conocer más sobre el tema de las transformaciones en la ciudad. 



Fotografía: cortesía