jueves, 6 de octubre de 2016

NUEVA YORK, CIUDAD DE CONTRASTES, REINTERPRETADA EN TULUM

Redacción Repentina

Nueva York, la ciudad más poblada de Estados Unidos y la segunda con mayor población del continente, después de la Ciudad de México, es también una de las más atractivas a nivel mundial. Posee una silueta caracterizada por una aglomeración de edificios con variados estilos arquitectónicos. Dentro de la misma, contrastan la elegancia de las fachadas de la zona residencial y la imponente altura de los cerca de 883 rascacielos que componen la metrópolis. 
Manhattan es el distrito más conocido de la ciudad, al grado de que se ha convertido en característica definitoria de Nueva York.  Su físico impresionante se lo debe a una restricción de espacio. Se ha visto obligada a crecer hacia arriba porque no puede hacerlo hacia otra dirección. La isla fue desde el inicio un proyecto ambicioso de componentes europeos sacados de su contexto original, reconstruidos y condensados en un nuevo sistema urbano.
Muestra de ello, es la presencia de estilos arquitectónicos tan disímiles como el Art Decó del edificio Chriysler o el Empire State y el Neogótico del Woolworth. Gran parte de la superficie de Manhattan está ocupada por mutaciones arquitectónicas.
Otra muestra de la variedad presente en la ciudad y que devino en su rasgo característico, es la predilección por la piedra y el ladrillo como materiales de construcción. Ello le confiere una gran diversidad de texturas a los edificios; pues, Nueva York fue construida con piedra proveniente de una gran red de canteras lejanas.
Pero quizá la más grande representación de lo heterogéneo dentro de Nueva York, sea Central Park. El mayor paisaje natural hecho por el hombre es prueba del contraste entre lo construido y lo no construido. Un enorme espacio natural que fue transformado y se contrapone al paisaje urbano que lo rodea.   
Es así que puede considerarse a Nueva York como una ciudad cosmopolita por su diversidad y contrastes. Mismos que quedaron, en cierta medida, representados en el proyecto Casa T de Tulum, Quintana Roo.
El inmueble realizado por el despacho Studio Arquitectos, fue diseñado para un cliente neoyorkino. La idea fue, más allá de traer un pedazo de la ciudad, interpretar el estilo de vida del citadino en el contexto de Tulum. El resultado quedó plasmado en una composición de variados volúmenes,  formas y texturas que inevitablemente remiten a aquella urbe. Al mismo tiempo, se nota la influencia de piezas acostumbradas en las construcciones quintanarroenses, como la utilización del “piso de pasta” dentro de este proyecto.  Todo ello, contribuye a la gran multiplicidad de elementos que conforman la residencia.


En la Casa T, al igual que en Nueva York, son representativos la pluralidad y los contrastes. Un claro ejemplo es la coexistencia de lo natural y lo urbano. En las habitaciones, algunos árboles irrumpen con sus troncos y se convierten en un elemento más del diseño interior. Lo verde de la vegetación se conjuga con lo gris del concreto y, dentro  de la discordancia, tal como en Central Park, generan un nuevo paisaje.



Consulta la nota completa en la Repentina Febrero 2015


Fotografia: Cortesía. 

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