viernes, 21 de agosto de 2020

ARQUITECTURA PARA LA NUEVA NORMALIDAD

 Redacción Repentina

A lo largo de los meses que ha durado la pandemia de COVID-19 hemos leído y escuchado un sinfín de reflexiones acerca de cómo el virus llegó para cambiar nuestra forma de vivir. Tanto en ámbitos académicos como políticos, cientos de expertos se han abocado a generar aportaciones desde sus disciplinas para modificar y adaptar cada aspecto de nuestra vida a lo que se ha llamado “nueva normalidad”.  

Los campos de la arquitectura y el urbanismo no han sido la excepción y es que un gran número de profesionales de estas áreas han generado proyectos que pretenden modificar y mejorar las formas de pensar las ciudades o crear espacios habitables para hacer frente a esta crisis y a las que puedan presentarse en el futuro. Un ejemplo de estos proyectos es el creado por el arquitecto italiano Stefano Boeri.

Ideado para la capital de Albania, Tirana Riverside propone un complejo de viviendas y servicios capaz de albergar a 12 mil personas en un terreno de 29 hectáreas. Ofrece todas las tecnologías de una Smart City sin dejar de atender los requerimientos sanitarios de la “nueva normalidad”.


El proyecto será integrado por viviendas, oficinas, centros de salud, tiendas, un centro escolar y uno universitario, así como espacios verdes colectivos en los techos que podrán utilizarse para el ocio y el deporte. De igual forma se incorporará vegetación en las fachadas y en los puentes peatonales entre los edificios.

Así, Tirana Riverside pretende ser un centro urbano que evite las aglomeraciones (y minimice los contagios de coronavirus) al expandir los espacios públicos, privilegiar la movilidad suave con ciclovías y aceras más anchas y promover las áreas comerciales al aire libre, todo ello con el uso de tecnologías para crear un complejo autosuficiente desde el punto de vista de las energías limpias, el agua, la alimentación y todos los servicios públicos urbanos.

Fotografías: ADmagazine / Stefano Boeri Architetti

miércoles, 5 de agosto de 2020

LA DISMINUCIÓN DE LA CONTAMINACIÓN EN LAS CIUDADES DESPUÉS DEL COVID-19

Redacción Repentina

Durante las primeras semanas de la cuarentena a la que nos sometió la pandemia de COVID-19, fuimos bombardeados con un sinfín de notas periodísticas, reportajes y artículos sobre lo que ocurría en todo el mundo; cifras de contagios y muertes actualizándose día con día y muchos otros temas en torno al nuevo coronavirus, pero entre todas esas malas noticias, llegaron algunas que parecían buenas y hasta esperanzadoras: las emisiones de gases y la contaminación en las ciudades empezaron a disminuir. 

Debido a la suspensión de actividades no esenciales y el confinamiento de las poblaciones en sus hogares, en las grandes ciudades alrededor del mundo, sectores como el transporte, la industria, la manufactura, entre muchos otros, se vieron disminuidos en su producción. Como sabemos, estos sectores dependen de fuentes de energía no renovables, tales como los combustibles fósiles, principales generadores de emisiones CO2. De este modo, la reducción de dichas emisiones durante algunas semanas, le dio un respiro al planeta. En países como Italia, Reino Unido, Francia y China diversos reportes apuntaron reducciones de hasta 25% en la generación de emisiones de gases de efecto invernadero.

No obstante, no debemos olvidar que la pandemia y la consecuente cuarentena, también han traído consigo fuertes impactos a la economía global y lo que muchos expertos anticipan será una recesión de gran alcance y consecuencias devastadoras para muchos países. 

Ante esa apremiante situación, resulta previsible que los gobiernos implementen políticas de recuperación agresivas, que necesariamente pasarán por un aumento acelerado de las actividades industriales y sus respectivas consecuencias ambientales. Un ejemplo de algo similar ocurrió luego de la recesión de 2008. Los sectores industriales aceleraron sus producciones, lo que generó un incremento aproximado de 6.1% en las emisiones; un hecho que se puede repetir si no se toman las políticas ambientales con la importancia que merecen. 

En este sentido, la arquitectura puede jugar un papel importante dentro de este cambio. En tanto que los la industria de la construcción equivale a alrededor del 39% de las emisiones a nivel mundial, será sumamente importante que los arquitectos  apuesten cada vez más por la sostenibilidad en sus proyectos y se interesen en plantear soluciones realmente comprometidas y destinadas a generar cambios en favor de la sociedad y el medio ambiente.


Fotografías: ArchDaily