El Palacio de
los Condes de San Mateo de Valparaíso, la sede histórica del Banco Nacional de
México, abrirá sus puertas al público como museo y foro cultural, el próximo año
2019 con motivo de su 135 aniversario. En él será posible observar la colección de arte mexicano de la
corporación bancaria; además de conocer la histórica Sala de Consejo, la
primera bóveda de la institución financiera; así como apreciar su arquitectura
y su valor histórico.
El edificio
que albergó al Banco Nacional de México, se localiza las actuales calles de Isabel
la católica y Venustiano Carranza en el Centro Histórico de la CDMX. Fue construido
entre 1769 y 1772 en un predio perteneciente a Juan Cermeño, quien decidió que
fuera una edificación sencilla, pero con puertas y ventanas fuertemente
protegidas. A su muerte, se hicieron algunas remodelaciones: aligeraron la
fachada, ampliaron el portón principal y se abrieron otros dos, además en la
entrada principal se labró un escudo entregado por el rey Felipe II a Diego
Pérez de Zamora, su nuevo dueño.
El inmueble
pasó por varios propietarios más como los condes de Valparaíso, quienes encomendaron
al arquitecto Francisco Antonio de Guerrero y Torres, su remodelación para
darle un uso residencial, mismo que se mantuvo por más de 100 años. En 1867 fue
adjudicado a Don Clemente Sanz, quien lo otorgó a su hija Dolores Sanz de
Lavié. En 1882, ella lo vendió para que fuera la sede del Banco Nacional de México.
El 25 de febrero de 1932, fue reconocido como Monumento artístico.
El edifico que
albergará un museo a partir de junio del año próximo, es un testigo
arquitectónico de la historia del país. De su arquitectura destaca su fachada compuesta
de pilastra, adornada con recuadros. Un cornisón divide sus dos pisos en donde sobresalen
los balcones. La cornisa tiene friso convexo esculpido y gárgolas sostenidas
por ángeles. En su portada principal se aprecia un el escudo nobiliario de los
Condes de San Mateo de Valparaíso. Cuenta además, con una escalera helicoidal
entre el primero y segundo piso; única en México, pues en ella se integran dos
escaleras: la de honor y la de servicio, en una misma estructura
arquitectónica. La azotea es una terraza
con barandales de hierro en donde destacan las cúpulas de la capilla y de la escalera.
Su exterior, construido por sólida
cantera y tezontle, cuenta con en un nicho que escuda la imagen guadalupana
entre columnas salomónicas.
Fotografía: cortesía