Desde la antigüedad, uno de los grandes objetivos del hombre ha sido el poder y una forma de obtenerlo fue al conquistar terrenos y crear herramientas para transformarlo. De esta manera construyó grandes ciudades en superficies que se lo permitían y los desiertos no fueron impedimento.
En los desiertos, la arquitectura se enfrenta a un contraste ambiental, el calor intenso durante el día y el frío extremo por las noches. El diseño debe ser sensible al clima, con muros gruesos de adobe o una estructura de vivienda densa y compacta.
Un ejemplo es la arquitectura en Merzouga, Marruecos, que se caracteriza por el uso de tapia o tierra apisonada con paja y adobe, las construcciones con sencillas y de poca altura. Su sistema de riego es por medio de canales o acequias. Según el testimonio de la arquitecta Bibiana Monsivais, para el funcionamiento del sistema se riego en esa zona de Marruecos, cada 6 horas se debe realizar un movimiento de arena en las acequias para que el agua sea distribuida.
El desierto es un lugar donde se aprecia la belleza natural del desierto, donde las costumbres nómadas no se han perdido, las casas de campaña son de pieles de camello y palos de madera.
Incluso cuentan con una porción de tierra fértil que utilizan para cultivar alimentos.
Fotografías de Bibiana Monsivais M. y Karla Monsivais P.
En muchos lugares, los desiertos se han urbanizado tanto que han dejado a un lado las prácticas tradicionales de arquitectura en climas áridos y hacen construcciones clásicas de las urbes, donde colocan tecnologías que además de aumentar el consumo energético, son dañinas para la salud.
Encuentra Una experiencia en el desierto de Marruecos en Repentina Marzo 2015