Fotografía: El Universal |
En la Ciudad de México, el incorrecto manejo del agua
se ha convertido en un gran problema que sus habitantes padecen día tras día.
Éste no sólo tiene que ver con las inundaciones sino también con el
abastecimiento del agua potable que frecuentemente resulta insuficiente debido
a la ineficiencia del sistema subterráneo. Ello, aunado a factores que conciernen
a la planificación urbana e infraestructura, han agravado dicha problemática.
Fotografía: Diario de México |
El problema del agua se remota tiempo atrás. Después de
que los españoles tomaran Tenochtitlán, drenaron los lagos, destruyeron la Ciudad Azteca y edificaron
la suya al estilo europeo e incluso reconstruyeron los acueductos. Esto se
convirtió en un detonante para las inundaciones estacionales. Antes de eso, en la ciudad la fuente
principal de agua dulce eran los lagos de la zona y sus habitantes manejaban
las inundaciones estacionales con una red de diques y canales. Ellos utilizaban
un sistema de acueductos para llevar el agua de manantial a toda la ciudad
azteca.
La invasión española arrasó con el lago de Texcoco
y actualmente, todos los otros lagos han desaparecido, a excepción de algunos
canales al sur de la ciudad. El agua subterránea se almacena en los acuíferos
poco profundos que se encuentran debajo de los lechos del lago. Sin embargo, su
uso se ve restringido debido a una serie de problemas relacionados con el
hundimiento del suelo. En la década de los 50 se
demostró que una de las causas del hundimiento de la Ciudad de México está
asociada a la extracción de agua subterránea, por lo que muchos pozos del área
urbana fueron clausurados.
Desde que se inició la explotación del agua del subsuelo
en el siglo XIX, se ha visto un constante descenso en los niveles de agua
subterránea que ha provocado un hundimiento de alrededor de 7.5 metros en el
centro de la ciudad. La consecuencia natural de éste es la propensión a las
inundaciones.
Ante esta situación, la demanda
de agua para los millones de personas que habitan en la capital del país representa
un enorme desafío, puesto que el agua superficial en la Cuenca de México es muy
escasa, la principal fuente de abastecimiento es el acuífero que se ve expuesto
a sufrir severas averías debido a la intensa actividad que sucede sobre él.